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Decido amar como Eligio

Renata Marrufo M.
22 sept 2016
2 Min. de lectura

Aunque fue escrita en 1984, fue hasta ahora que llegó a mis manos la novela "Ciudades desiertas", del genio José Agustín.

Con una edición de este año de la editorial Debolsillo y portada que luce a Gael García Bernal con la película "Me estás matando Susana", filme basado en esta obra, "Ciudades desiertas" me desconectó durante una semana durante mis trayectos abordo del autobús e incluso de las vans colectivas, usando todo el ingenio para quedarme con el lugar que mejor luz ofrecía en el interior y que el compañero de banca no estorbara o sufriera un codazo cada vez que cambiaba de página.

Amé las locuras de Susana, su lucha interna por ubicarse como persona y en un lugar; sus frustraciones al no encontrar la brújula en su vida y aún así tener aún fuerzas para no abandonar del todo lo que había entre ella y su pareja.

Pero, sin duda, y seguro que es por mi carácter, enloquecí con el personaje de Eligio, el marido de Susana. Amé y lo seguí desde la primera y última línea por toda esa angustia y amor salvaje por su pareja, la manera de aferrarse al amor aún con la duda de que no era correspondido de la misma manera, porque llevaba bien tatuada en el corazón la frase "desde que te conocí supe que eras la única mujer para mí... y por eso siempre supe que iba a luchar por ti".

Y con esto bien clavado en el alma cómo no iba a ir por ella hasta el fin del mundo, a recorrer miles de kilómetros en automóvil en un país extranjero e incluso hasta empuñar una pistola para querer matar a quien se interpusiera en su amor por Susana, a pesar de todos los engaños, humillaciones y caídas hasta el fondo. Yo también lo hubiese hecho.

Con su prosa ágil y desenfadada, José Agustín te lleva de la mano por sus personajes y la forma como viven el amor, a su manera. Una verdadera lección de renuncia, aceptación y amor profundo es "Ciudades desiertas".

Ahora me sentará a ver la película, únicamente como complemento a la delicia que acabo de terminar y no para compararla con el libro, porque sería una pérdida de tiempo. "Ciudades desiertas" es sin duda uno de los mejores regalos que me han hecho este cumpleaños. ¡Gracias eternas!