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Reventó la Grabadora Ochentera
- Renata Marrufo M.
- 19 mar 2017
- 3 Min. de lectura

Sales por la noche y luego de dos horas y algunos minutos se te cierra la garganta y te quedas sin voz, te invaden sentimientos de nostalgia que segundos después se transforman en euforia, lo que te hace creer que ya eres bipolar, y para colmo no quieres que todo esto termine. No quieres medicina para aliviar este síntoma y, por el contrario, deseas intensificarlo y que se repita en todo tu cuerpo y tu ser una y otra vez.
Si a ti te tocó vivir al máximo la década de los ochentas seguro que la padeces cada cierto tiempo, y si no fue tu época ya caíste contagiado más rápido que un Zika o Dengue.
El viernes 17 por la noche miles de personas padecieron este "mal" y nadie quiso ni quiere ser vacunado, pues cuando uno cae lo repetirá una y otra vez.

Así es. Matute estuvo de nueva cuenta en la casa, la que ya consideran su casa, Mérida y todo Yucatán, presentándose como parte del nuevo BoomBox Tour, con el que todos los asistentes vivieron un vertiginoso viaje por los ochentas y del que nadie quería que acabara.
Una pantalla gigante que abarcaba todo el fondo del escenario fue la grabadora, esa que reproducía nuestros preciados casetes, y que a lo largo de toda la noche se transformó para acompañar a los integrantes de la banda por todos y cada uno de los temas que interpretaron durante dos horas y 10 minutos, con dos regresos al escenario ante la insistencia de un solo coro que gritaba "otra, otra".
El auditorio de la Unidad Deportiva Rogers se transformó en un salón donde se rompieron las barreras que marca la edad.
Esa noche los adolescentes, jóvenes y muchísimos "chavorukos" bailaron, cantaron y hasta pegaron de brincos al ritmo de los éxitos en inglés y español que no nos cansamos de escuchar durante los fabulosos ochenta y que hasta hoy siguen vigentes.

Jorge D'Alessio, Tana Planter, Nacho Izeta, Irving Regalado, Paco "el oso" Morales y Pepe Sánchez no sólo pregonan que la música de los ochentas está viva y llena de energía sino que lo demuestran desde que suben al escenario y hasta que no les queda otro remedio que acabar el concierto de cada noche.
"La puerta de Alcalá", "Persiana Americana", "Me enamoré de un fan", "Claridad", "Con todos menos conmigo", "Maldita Primavera", "Total eclipse of heart" y "I'm so exited" fueron parte del repertorio que encendió a los más de cuatro mil asistentes a la Unidad Deportiva Rogers, pues nadie se atrevió a quedarse sentado y ser etiquetado como "fan de Justin Bieber".

No importa si asististe a un concierto masivo de Matute, si disfrutaste de su música en el palenque de Xmatkuil o Valladolid, o si reventaste tu energía en una presentación en vivo en un antro: si ya los escuchaste querrás repetir la experiencia cada vez que sea posible, porque eso es lo que ocasiona escucharlos una vez: ya no volver atrás a está década de "la última generación de los que jugaron en la cuadra con sus vecinos y creía que los sueños se volvían realidad… como el volar montado en tu bicicleta con un extraterrestre en la canasta", declaró Jorge y obteniendo como respuesta una ovación.
Los popurrís con temas de Rigo Tovar y Juan Gabriel se mezclaron con decenas de otros tocados con los arreglos y sello de Matute y cantados por todos y cada uno de los músicos y cerrando la noche de manera emotiva con al confesión de D'Alessio de que hace años al pasar frente al Auditorio Nacional se prometió que un día cantaría ahí… algo que el próximo 20 de mayo repetirá, algo que hizo que se le quebrara la voz y lo hiciera lagrimar.

"Los sueños se cumplen y por eso no dejamos de ser una banda agradecida con todos los que nos tienden la mano por primera vez y las veces que es necesario, por eso siempre daremos gracias a Dios, a la vida y esos amigos que ha estado y están siempre a nuestro lado", declararon al final del concierto con la grabadora en tono dorado y miles de papelitos platinados cayendo como lluvia hasta la última fila de público.
El BoomBox Tour sonó en Mérida y la familia ochentera se llenó de energía con Matute… ¡hasta la próxima visita!

Fotografías: Cortesía Esdras Castillo.
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