top of page

Un camerino... más allá de la fama

  • Renata Marrufo M.
  • 30 jul 2017
  • 3 Min. de lectura

Abrir la puerta de un camerino es entrar al mundo de un artista donde lo encontrarás tal como es minutos antes de subir al escenario para dar lo mejor de sí.

A veces te encuentras con que ahí, detrás de esa puerta, hay más poses que cuando están frente al público, te enfrentas a una persona fría, distante o quizá estresada o concentrada en lo que vendrá en un rato.

Sin embargo, también puedes pasar ese umbral y sentir que te acercas más a la vida de personas que son como cualquier mortal que está frente al escenario y ha pagado un boleto para escuchar durante dos horas a su cantante o banda favorita.

En tres años he tenido la oportunidad de entrar, no una sino en varias ocasiones, al camerino de una banda que demuestra estar integrada por seis personas de carne y hueso con sueños, muchos de ellos alcanzados y otros más aún por cumplir, que cuando entras a saludar son ellos los que vienen a ti para agradecerte el apoyo que les das, cada "tuit" o publicación en redes que escribes sobre su carrera o logro más reciente, que lo mismo te platican de su vida dentro y fuera del escenario o te preguntan por la tuya, tus hijos o la receta para preparar una "limonada eléctrica" que se les antojó en una de tus publicaciones compartidas.

Ahí, entre sillones, vestuario, una mesa de bebidas que ellos mismos se sirven y te comparten, y los abrazos y saludos sinceros, llega el momento de que te hacen ser parte de esa familia que no solo presumen ser sino que lo demuestran sin empachos ni reservas. Ese momento más íntimo que como artistas pueden tener.

Esos minutos antes de salir para subir al escenario y entregar todo su talento a las miles de personas que están esperando pacientemente que el espectáculo comience, todo eso desaparece cuando se forma un círculo humano por cuerpos abrazados y rostros y corazones inclinados para solo escuchar una voz que dirige la oración para dar gracias a Dios, tal como lo hacen frente al escenario una y otra vez, y pedir no solo por esa noche sino también por sus familias y los amigos que los acompañan en ese momento.

Agradecimiento a Dios, y todos y cada uno de los instantes que han vivido como banda independiente que son desde hace 10 años, es lo que distingue a MATUTE de muchos otros grupos. Es esa fe la que los ha llevado a recorrer un camino que comenzó en un bar de Ciudad de México ante menos de una docena de amigos y hoy los tiene llenando auditorios y escenarios con miles de personas enloquecidas en su misma sintonía: la de la década de los ochenta.

En ese momento no hay cámaras, ni grabadoras de audio, ni mucho menos reflectores. No hay más testimonio de ese momento que el que te llevas en el corazón.

Ahí, dentro de esa puerta de un camerino hay seis músicos que se miden con la misma vara, donde ninguno es más que otro, que son una familia en todo momento y que comparten sin empacho su pasión y lo demuestran haciendo de cada concierto una nueva experiencia. Ahí no hay seis estrellas musicales, sino personas de carne y hueso conocidas como Jorge, Tana, Paco, Nacho, Pepe e Irving.

Y es que, sin importar cuantas veces los hayas visto en el escenario.... ¡será un viaje distinto, emotivo y excitante en cada nueva presentación y cada vez que "Matute esté en la casa"!

Comments


Featured Posts
Publicaciones recientes
Search By Tags
Follow Us

© 2016 by Suutuks. Proudly created with Wix.com

bottom of page