Viento con olor a nostalgia

La nostalgia se huele y lee en cada página del libro "Memoria del viento", de Manuel Calero, editado en 2009 pero que llega como un regalo del mismo autor en junio del año pasado... y con una dedicatoria especial.

Anécdotas y recuerdos que me hacen volver a aquellos espacios de tiempo con mis abuelos, las charlas de mis papás y mis tíos salpicadas de decenas de escenas y a esos instantes de mi infancia en la que los veranos eran esperados con emoción infinita, pues eran los dos meses más maravillosos que disfrutaba en Chuburná Puerto al lado de mis primos de Mérida, Tijuana, Ciudad de México y hasta Progreso.

Manuel Calero tiene mucho que darnos de su pluma e ingenio, y no sólo a través del Licenciado Mata y su cercana Isabelita, sino de todo aquello que ha vivido y nos transmite con su agudo, y a la vez ácido, sentido de humor que nos hace reir y añorar tiempos pasados mientras lees incluso sentada en la tercera fila del autobús rumbo al trabajo, o por la noche al final de larga jornada de trabajo.

Sin duda, "Memoria del viento" es de esas lecturas que te desintoxican de este mundo que gira como la cabeza de la niña de la película "El exorcista" y del que queremos tener esperanza de que aún puede cambiar para bien.

Pero mientras existan escritores como Manuel Calero y uno esté inmerso en la lectura de alguna de sus obras, no importa si el mundo se está cayendo... ni te vas a enterar, sino hasta que cierres la última de sus 119 páginas.

Gracias a los emisarios de este regalo de un izamaleño que se niega a caer en las garras de las redes sociales. Háganle saber mi gratitud tanto para él como para ustedes, Tony Peraza y Pía.

#Libro #Calero